sábado, 7 de noviembre de 2015

Ellendor 9 (Obsidiana)

    Copos de nieve caían suavemente amontonándose sobre los jardines de la academia. Cubrían todo lentamente de blanco. Los tejados, los porches, los árboles, los caminos... Las temperaturas bajaban a una velocidad alarmante mientras el níveo manto se desplegaba por la Ciudad Violeta. Amatista se veía blanca bajo la fría luz invernal. A pesar de que todavía era Otoño. Hacía ya un tiempo que no se veía un solo animal. La ciudad mostraba un melancólico aspecto aquella mañana de mediados de Noviembre.


    Ajena al exterior y a los grandes copos que tanto le había fascinado la primera vez que vio nevar. Kimi se esforzaba en realizar un conjuro. Era bastante simple, en su opinión, crear una bola de fuego entre sus manos y mantenerla un minuto. Recordaba haber hecho algo parecido cuando comenzó a dominar la Oscuridad. Pero, le estaba costando más está vez. Su chaqueta y túnica reposaban sobre el respaldo de la silla, solo vestía una camisa negra y pantalones vaqueros. Tenía mucho calor, al punto de que casi comenzaba a sudar. Los ojos cerrados y el ceño fruncido mostrando una cara de concentración absoluta. Tenía completamente visualizada la bola de fuego, pero parecía que no quería surgir de ella. De vez en cuando lograba crear una pequeña esfera pero se desvanecía al segundo. A su lado, Erika parecía que no sufría los mismos problemas que su compañera. Jugaba con una bola de agua mientras observaba a Kimi concentrarse. La pasaba de una mano a la otra con parsimonia. De vez en cuando miraba a su compañeros, su amiga se estaba quedando rezagada, muchos ya habían terminado. Cuando sonó la sirena, Kimi todavía no había logrado crear su esfera del todo. Frustrada, se dejó caer sobre su silla. El profesor chasqueó la lengua.

    - Darkshadow ¿Todavía no ha logrado siquiera crear una bola de fuego? Es lo más simple que se puede hacer con un elemento. Deberá dominar crear cosas de su elemento tarde o temprano.

    Kimi aguantó las ganas de lanzar una bola de Oscuridad a la cara de su profesor. Para que viera si dominaba o no su elemento. El hombre se giró y se dirigió ahora a toda la clase:

    - Bien, a cada uno de ustedes se les ha asignado a un alumno mayor o a un Avezado del mismo elemento para que les aconseje sobre las dudas que tengan. Y no. No pueden pasar de su Avezado.- Señaló mirando a Kimi que iba a preguntarlo.- La razón, es que en Primavera tendrán que competir en el Festival de la Cosecha. Y contará para la nota. Bueno, tendrán que trabajar con el o ella y mostrar los resultados en el festival. ¿Alguna duda? - Ante la falta de manos levantadas prosiguió.- Y ahora diré con quién se les ha emparejado...

    Kimi volvió la vista a la ventana. Le podrían poner con Liam, avanzarían mucho en su trabajo de esa forma. Sabía que era imposible, Liam dominaba el Agua, no el Fuego. Liam, el que siempre salía bien en su foto de carnet de alumno de Ellendor. Según él, era una mezcla de experiencia y ser guapo. Sonrió al recordar la cara de Erika en la foto, una cara de sorpresa y susto. Por su parte... Kimi salía normal, vestida con sus ropas rasgadas del primer día. Se los habían entregado la semana después de su misión. Y Erika había pasado todo el día deprimida por la foto. La habían pillado justo después de que le pisaran un pie. Oír su nombre la hizo salir de sus ensimismamientos:

    - Kimaira Darkshadow. Con Alysa Monroe.

    "Perfecto" pensó "De todas las personas que me podían tocar, tenía que ser ella" El resto de las clases pasaron con asombrosa rapidez a los ojos de Kimi, a la cuál siempre le aburrían en sobremanera. Sobre todo la de especialización, que básicamente consistía en una hora de descanso, dado que había muchos magos que no tenían una magia específica aparte de su elemento. Ella odiaba las horas ociosas, pero continuaba en ella porque la dejaban leer en paz, aparte de que Sather le había prohibido abandonar una clase más.
   
    Sin embargo, hoy no podía concentrarse. Erial le había advertido que no se peleara más. En realidad, le había amenazado con sellar su poder si volvía a patearle el culo a alguien. No con esas palabras claro esta. Finalmente cerró el libro que estaba leyendo para Liam. Echó la cabeza hacia atrás frotándose los ojos con la mano derecha. Por el momento la búsqueda no daba ningún resultado. Sus problemas no hacían más que aumentar. Como si mantener oculto y controlado su poder no fuera suficiente o cuidarse de que "ellos" no la encontraran, ahora tenía problemas para controlar el Fuego. La llenaba de frustración no ser capaz de crear algo tan simple como una bola de fuego. Con la Oscuridad nunca tuvo ese problema.

    Tampoco se había olvidado del extraño cadáver encontrado en el mercado. Aunque era una tremenda incógnita que le reconcomía por dentro, ya había descontado que fuera una advertencia para ella. No había segundas oportunidades de donde venía. No hay avisos ni advertencias. Si fallas se deshacen de ti. El recuerdo de lo que le paso a la última persona que intentó escapar la atormentó durante varias noches. Sin embargo, si el muerto no era un mensaje para ella, ¿Para quién entonces? Tenía sus propias sospechas sobre lo que podía significar y sobre quién lo había mandado. En primer lugar un muerto podría ser una amenaza de muerte, sobre todo si había enfadado a la persona adecuada. Aunque persona era un término incorrecto para eso. Descartado que fueran "ellos" los artífices del asesinato, solo quedaban unos seres lo suficientemente crueles para hacer eso. Demonios. Resuelto eso, solo le quedaba averiguar la respuesta a preguntas tales como: ¿Quién era ese hombre? ¿De dónde venía? ¿Qué había hecho para cabrear de tal manera a los demonios? ¿Hacía quién iba dirigido el cadáver? Estos y otros pensamientos se agolpaban en su mente. La voz de Erika la sacó de sus pensamientos:

    - ¡Kimi! ¡Kimi! - La zarandeó.- ¿Me oyes?
    - ¿Qué te pasa?
    - ¿Qué haces?
    - Una traducción para Liam.

    Le había comentado sobre el trabajo que estaba haciendo con Liam, aunque no hubieran avanzado nada.

    - Kimi ¿Por qué lo haces?
    - ...

    No podía decirle que Liam le estaba enseñando a dominar un segundo elemento. Tampoco que, personalmente, buscaba un hechizo final, o simplemente potente, de Oscuridad.

    - Es solo un favor.- Respondió al final.
    - ¿En serio? - Kimi asintió.- No pareces el tipo de persona que hace favores a los demás sin esperar nada a cambio. Una altruista.
    - Pues ya ves.

    Erika cogió el libro y lo hojeó.

    - Me parece increíble que entiendas esto.- Comentó.- Para mí solo son símbolos sin sentido.
    - A mí me parece más difícil vuestra lengua común. Llevo hablando toda la vida la Lengua Antigua. De donde vengo solo hablamos esto. El idioma que más se asemeja al lenguaje mágico, el más puro...

    Calló de repente, sus palabras le habían recordado a los largos discursos del comandante. Esbozo una sonrisa, le hacía gracia lo diferentes que eran sus mundos, el suyo y el de Erika.

    - ¿Qué vas a hacer con lo de Alysa?- Dijo Erika.
    - ¿A qué te refieres?
    - Bueno, ya no empezasteis con buen pie. Que no os caísteis bien.- Añadió rápidamente al ver que Kimi se disponía a preguntar.- Y luego quemaste a Allera...
    - No la quemé. Era un fuego falso.- Interrumpió Kimi.
    - Aquél día no os volvisteis a pelear porque pasó eso con Allera. En resumen, creo que te odia. ¿En serio no estás preocupada?- Preguntó sorprendida.
    - ¿Debería?
    - Vamos a ver, creo que no entiendes la situación. Alysa es una elemental del Fuego de nivel 4. Es muy fuerte. Además, es una gran espadachín, leí que domina casi cualquier tipo de arma y tiene una gran capacidad física. También es orgullosa y odia perder.
    - ¿"Leí"?
     La chica abrió su mochila y extrajo un ejemplar de una revista. La sostuvo con cierta chulería, Kimi la cogió, en la portada aparecía un mago joven de profundos ojos azules que sonreía, leyó el título:
    - "Mago adolescente"... ¿De verdad llevas una revista en tu mochila?
    - La entrevistaron el año pasado para está revista. Kimi... Creo que aunque pelearas con todo tu poder, es probable que acabaras derrotada. Apenas dominas tu propio elemento, la última vez ganaste por fuerza física y en eso Alysa te supera. Además usa la magia "Vigor" encima le da más potencia. Kimi, estoy preocupada.
    - Ya te dije que no te preocupes por mí. De hecho...- Miró por encima del hombro de Erika.- Deberías interesarte más por ciertas pajaritas de papel que planean atacar a esa chica.

    Señalo con el dedo índice por encima del hombro de Erika, la joven se giró y ahogó un grito. Sus pájaros revoloteaban encima de una chica pequeñita. Kimi la miró mientras Erika se levantaba y se apresuraba a correr en su ayuda. Tenía el pelo rubio como el trigo recogido en dos largas trenzas y escondía su cara bajo unas grandes gafas redondas. Escribía algo en un cuaderno mientras daba unos golpecitos en la mesa. Estaba sola. Ahora que lo pensaba, Kimi no recordaba haberla oído hablar nunca. "Será tímida" concluyó. Kimi oyó a Erika llamar a sus pajaritas momentos antes de que se lanzarán contra la chica.

   Miró de soslayo su libro antes de suspirar y cerrarlo, la verdad es que no tenía ganas de seguir traduciendo. Intuía que en ese libro, como en los anteriores no iba a estar lo que buscaban. Dado que  era la clase de Especialización, se suponía que debía invocar algo, pero hasta ahora solo había estudiado la teoría. Se había planteado practicar alguna invocación anteriormente, pero algo que se lo impedía. Aparte de que una Invocación era algo muy llamativo, una gran cantidad de energía mágica empleada para hacer venir a un ser que, en el caso de Erial, venia rodeado de una luz dorada o, como en el caso de Fénix, envuelto en llamas. De vez en cuando, los espíritus se descontrolaban, como Draco. En ese caso, se suponía que debía cortar la conexión, "cerrar la puerta" en palabras de Erial, pero Draco era demasiado poderoso para hacerlo sin perder la consciencia.

    La verdad es que quería probar algo nuevo y Erial le había contado que, según la cantidad de magia usada, había varias formas de Invocación: tomar prestado el poder del espíritu sin llegar a traerle, apenas le consumía magia pero era bastante débil y realizar una Invocación completa. En ese caso, podía invocar a un espíritu de tres formas: Forma humana, como invocaba a Erial normalmente; Forma de Batalla, como invocaba a Fénix, el cual odiaba su forma humana y Forma Ligera que no había probado con anterioridad pues el espíritu en cuestión carecía de poder y era pequeño. Pero no gastaba mucha energía y generalmente, según Erial, se usaba para hablar con los seres tranquilamente.

    Sonrió malvadamente mientras sacaba la carta negra de Draco. Realmente se merecería ser invocado en su versión pequeña o "chibi". Imaginó la cara que pondría al verse así y lo furioso que se pondría. Sin embargo, al final cambió de opinión y sacó a Nebu. Le caía bien el pequeño espíritu. Y Erial decía que, dado que era un espíritu comprado debía tomar contacto con él para saber sus especificaciones. A ella le sonaba eso como tratarlos como objetos pero si debía hacerlo lo haría.

    Miró a su alrededor antes de proceder a invocarle. El barullo continuaba y, afortunadamente, nadie le prestaba atención. No le gustaba que la miraran y menos que hablaran a sus espaldas. Nebu apareció emocionado como siempre y la saludo con su voz chillona mientras se encaramaba a su hombro:

   - ¡Buenos días joven amo! ¿Qué desea? ¿Una cúpula pequeña para huir del ruido?- Preguntó mientras paseaba la vista por la sala.- ¡Nebu puede hacerlo!
   - No hace falta.- Kimi sonrió.- ¿Hay algo qué deba saber sobre cómo invocarte? Y soy una chica.-Añadió.
   - La joven ama es tan buena... Normalmente a Nebu no le preguntan siquiera... Nebu es un espíritu para principiantes por lo que es muy fácil de usar. Aún en forma de batalla no gasta mucha energía. Es compatible para ser usado con otros espíritus más poderosos. - Calló un momento y continuó.- Sé que no soy de gran utilidad en las batallas, pero me esforzaré al máximo y daré todo de mí para cumplir los deseos y servir al joven amo. Que, aunque sé que es una chica le seguiré llamando así si no le molesta.
    - No te preocupes. Así estará bien.

    Nebu siguió contando a Kimi todo lo referente a su poder hasta que sonó la sirena. Entonces desapareció y la chica salió corriendo hacia el despacho de Sather.

                                *************************************************

    - Llegas tarde.

    Esas fueron las palabras con las que Sather saludó a Kimi mientras entraba en el despacho. Estaba de espaldas a ella, ordenando unos papeles. Kimi se quedó paralizada en la puerta. Entrecerró los ojos mientras pensaba en una estrategia nueva para cambiar de pareja. La anterior acababa de ser destrozada. Se sentó y espero mientras exprimía su cerebro. Sather se sentó en su silla, se acomodo las gafas y comenzó a hablar:

    - Quiero decir que te esperaba aquí mucho antes. Monroe vino a quejarse en cuanto salieron las parejas. Te diré lo mismo que le dije a ella. No hay manera de cambiar las parejas. Y antes de que te quejes, yo misma me opuse a esta unión al principio. No sé en que estará pensando el director. Pero tras meditarlo, he llegado a la conclusión de que sois mucho más parecidas de lo que creéis. Monroe también tuvo problemas cuando llegó. Se metió en peleas al igual que tú y vuestras formas de ser son muy parecidas. Supongo que ambas podrías aprender mucho de la otra.
    - Pero...
    - Ni peras ni peros.

   Eso desconcertó a Kimi por completo. No sabía que tenían que ver las peras en aquel asunto. Sather en cambio, interpretó su silencio como una resignación completa a su decisión. Asintió conforme.

   - ¡Ah!- Exclamó la señora Sather justo cuando Kimi se estaba levantando.- Me han llegado rumores sobre ciertas peleas con Liam.

   Kimi dio un respingo y se volvió a sentar inmediatamente. Después de ser derrotada por ese chico, se habían seguido enfrentando repetidas veces y siempre acababa igual. Con Erial curando a la niña. Al final se había llegado a un acuerdo no estipulado de retarse el uno al otro cada viernes. Todavía no había llegado siquiera a golpearle, pero tampoco nunca se había puesto a usar su elemento. Realmente le frustraba no poder ganarle sin usar su elemento ni al inestable, y desgraciadamente carta del triunfo, Draco.

    - La verdad es que casi todos los alumnos acaban retando a Liam, pero hasta ahora nadie había sido tan insistente como tú. Darkshadow, responde... ¿Qué te lleva a hacerlo?

    Kimi se encogió de hombros y pensó unos instantes antes de contestar:

    - Supongo... Que él es el único que es c... más fuerte que yo.

    Afortunadamente, se había corregido rápidamente. Había estado a punto de decir que Liam era "casi" tan fuerte como ella, y hubiera sonado raro dado que ella había perdido todas las peleas. Sather sacudió la cabeza y apuntó algo en un papel. Kimi leyó las primeras palabras al revés y preguntó:

    - ¿Qué es " El torneo entre sedes"?
    - No deberías leer lo que escriben los mayores.
    - Pero ya lo he hecho.
    - En fin, es un torneo que se celebra cada año. Hay hojas por la academia y la ciudad distribuidas. La verdad es que se apuntan muchos magos y a mí me toca llevarlo cada año. Es tan problemático... Pero el premio es un hechizo final así que es muy popular.

    Al oír esto Kimi abrió mucho los ojos, se inclinó sobre la mesa y exclamó:

    - ¡Quiero participar!
    - No puede ser.
    - ¿Por qué no? Usted lleva esto ¿Verdad? Apúntame.
    - Eres demasiado pequeña.
    - ¡Tengo casi diez años!
    - Lo dicho, eres muy joven. Hay un límite de edad.
    - ¡Pero no es justo! - Leyó fugazmente varios nombres.- ¿¡Alysa!? ¡Yo soy más fuerte que ella!
    - No es cuestión de poder sino de edad.
    - ¡Pues mienta sobre mi edad! ¡No me importa!
    - ¡Darkshadow te estoy diciendo que no puedes!

    Kimi gruño y se cruzó de brazos. No entendía porque el límite de edad. Ella se había iniciado en la magia incluso antes de tener consciencia sobre si misma. Antes de saber leer o hablar bien ya podía realizar hechizos. Siempre fue la más pequeña de su grupo. Siempre demostrando que valía para estar donde estaba.

    Entonces la puerta se abrió con un gran golpe. La persona que se recortaba en el umbral terminó de enfadar a Kimi.

    - ¿Qué hace usted aquí? - Le preguntó, y luego se volvió a girar hacia Sather.- ¿Qué hace ella aquí?

    La capitana Stern estaba apoyada en el marco de la puerta, mirando a Kimi con una mezcla de fastidio, desdén y lo que parecía un poco de asco. "Qué militar" pensó Kimi con sarcasmo.

    - Estoy aquí para impartir un curso debido a un... incidente reciente.

    "Perfecto" pensó Kimi, se levantó e hizo ademán de irse, pero la capitana Stern la detuvo agarrando su brazo, Kimi hizo uso de todo su auto-control para no revolverse y romper el brazo de la mujer. La estaba agarrando con fuerza.

    - Un momento pequeña... ¿Nos conocemos?- La miró de arriba a abajo antes de continuar.- Tú eres la niña del mercado.- Sonrió con malicia.- Pues claro, Aprendiz de Mago tenías que ser para resultar tan insolente.- Abrió la mano y libero a Kimi.- Ahora sé una niña buena y vete, que los mayores tenemos que hablar.

    Kimi salió y escucho como se cerraba la puerta a sus espaldas. Dio un par de pasos antes de dar media vuelta y correr hacia el despacho. Dejó la mochila a sus pies y apoyo la oreja en la puerta. Cerró los ojos y se concentró en escuchar. Podía oír a Stern hablando.

    - El día 21 de Diciembre debéis reforzar la seguridad y cerradlo todo. Tenemos motivos para pensar que ese día podría haber...

    Un grito la hizo girarse. Un grupo de magos pasaba corriendo, parecía que tenían prisa. Iba a pasar de ello y seguir escuchando a hurtadillas cuando capto una palabra de entre los gritos. "Liam" Rápidamente salió corriendo mientras se pisaba la túnica morada. Bajó las escaleras casi volando para pillar al grupo, que no tardo en adelantar. La algarabía provenía del exterior, Kimi salió y enseguida se acordó de que había dejado la chaqueta en el despacho de la señora Sather. Había un gran grupo de gente entre la nieve, la chica corrió y se coló entre ellos hasta llegar al centro.

   Se había formado un amplio círculo, y en el centro estaban: Liam, jadeando y con algo de sangre saliendo de su boca y dos jóvenes y corpulentos caballeros no más mayores que él. También vio a la chica de las trenzas de antes en un rincón, llorando. No tardo en descubrir el motivo, uno de los chicos sostenía el cuaderno de la niña. Entonces Liam la vio y abrió la boca para decir algo, pero ya era tarde, sin dudarlo Kimi se había metido y ya estaba a su lado. En lugar de hablar le dio un golpe en la cabeza en cuanto se acerco a él.

    - ¿¡Qué haces!?- Gritó la chica.
    - Eres una idiota. Tenías que haberte quedado al margen de esto.
    - El idiota eres tú. Idiota. He venido a ayudarte.- Kimi le golpeo en el hombro.
    - Si yo soy un idiota tú debes ser la princesa de los idiotas.
    - Pues si yo soy la princesa de los idiotas tú eres el rey de los idiotas.
    - Esto...- Intervino uno de los caballeros.- ¿Vais a discutir durante mucho tiempo?
    - ¡Cállate!- Gritaron Liam y Kimi al unísono.

    Kimi miró a Liam y preguntó:

   - ¿Por qué no les has derrotado ya?
   - Eso de ahí.- Señaló a un extraño objeto circular con el emblema de la milicia que estaba en el centro del círculo.- Es un Anulador de Magia. Tecnología de la milicia para peleas contra magos. No podemos usar la magia.
   - Vale. ¿Y qué?
   - Y que no podemos usar magia. Sal ahora, yo puedo contra ellos.
   - Mientes. Además, esto es desigual. Ahora somos dos contra dos.

    Liam sonrió y asintió:

    - Comprendo.- Murmuró.- Elige: el gorila o el cara de cerdo.- Dijo señalando a los chicos.
    - Hmm... El gorila.
    - ¿Segura? Es el más grande, igual debería ocuparme yo de él.
    - No haberme dejado elegir. Liam, yo uso la fuerza bruta de mi enemigo contra él. Puedes ver que soy pequeñita y carezco de fuerza.
    - Pero pateas culos igual.
    - Exacto.
    - Perfecto, entonces el cara de cerdo para mí.

    Los caballeros se habían dado cuenta de que los miraban desde hacía unos minutos. No tardarían en atacar. Kimi flexionó las piernas y alzó las manos cerradas en puños para cubrirse. Tomó aire y lo soltó lentamente. Sus ojos verdes miraron centelleante de furia al "gorila". Liam se separó unos metros de ella, de reojo miro a su alrededor y comprobó que no eran más que aprendices de caballero. Su postura para pelear era casi tan mala como la de Liam, que intentaba imitar a Kimi como podía.

   Sin mediar palabra, el "gorila" se abalanzó sobre ella. Como sospechaba, era lento y torpe. Y la había subestimado por completo. Podía ver sus movimientos prácticamente antes de que los ejecutara. Esquivó el primer golpe agachándose y pasando por debajo de su brazo. Ni siquiera se acercaba a ella. Se fijo en la pelea de al lado antes de ponerse espalda contra espalda con Liam.

    - ¿Cómo vas?- Le preguntó el chico.
    - Es terriblemente lento y deja muchas aperturas. Puedo acabar con un solo movimiento. ¿Tú?
    - El combate cuerpo a cuerpo sin magia no es lo mío. Y encima tener tanta gente mirando no ayuda en absoluto.
    - No te preocupes por la multitud. Peleas bien, es solo que estos son grandes.- Esperó un momento antes de añadir.- Eh Lucien, justo después de lanzar el gancho de izquierda se deja llevar por la fuerza y baja la guardia. Aprovecha...

    No pudo decir nada más porque el gorila hizo ademán de volver a atacar y Kimi se separó corriendo de Liam para protegerle. Había decidido que ya era hora de terminar con eso. Esperó a que lanzara otro puñetazo y repitió el mismo movimiento de antes. Pero esta vez, hizo un barrido para tirarle y le inmovilizó contra el suelo. Puso un pie en la cabeza del chico y se sentó en su espalda. Levantó la cabeza para ver como le iba a Liam.

    El chico seguía teniendo problemas, jadeaba de cansancio. Evitaba torpemente los golpes cada vez más cercanos. Kimi decidió pararlos antes de que Liam se lastimara. Tomó aire y gritó:

    - ¡PARAD!

   Su orden causo efecto, de inmediato de detuvieron.

    - Devuelve el cuaderno o le parto el brazo.- El chico se intentó resistir sin éxito antes de que Kimi le cogiera el brazo.- No voy de farol.- Su voz era tan suave y fría como la hoja de un cuchillo.- Por como le tengo sujeto le puedo romper el brazo por diferentes puntos hasta dejárselo completamente inútil. Veo que no estás cumpliendo mis órdenes. ¿Quieres una demostración?
     - ¡Darkshadow! ¿¡Pero se puede saber que estáis haciendo!?
   
    La señora Sather se abría paso entre la multitud eufórica por la pelea seguida de la figura alta de la capitana Stern.

    - ¡Suéltale!- Ordenó Sather, parecía fuera de sí.

    A regañadientes, Kimi se levantó. Con un gemido, el gorila se puso en pie ayudado por su compañero que había corrido hacia él en cuanto vio a la capitana. No tardaron en huir de allí. Sather echaba chispas de furia.

     - Sois magos. Lo podríais haber matado.
     - Tenían un Anulador de Magia.- Intervino Liam.

    Varias voces asintieron a su alrededor. Sather abrió mucho los ojos y se volvió hacia la capitana.

    - ¡Esa tecnología está terminantemente prohibida aquí!

     La capitana sacudió la cabeza y se acerco al pequeño objeto circular. Se agachó, lo manipuló unos instantes y se lo guardo en el bolsillo. Kimi pudo sentir como se desvanecía el círculo. Erial no tardo en manifestarse, con su sempiterna regañina:

     - ¡Kimi! - Chilló.- ¡Te has vuelto a pelear!
     - ¡No fue culpa mía!
     - ¡Nunca es culpa tuya!
     - ¡Le robaron el cuaderno a una chica!
     - Ah bueno, si peleabas por alguien esta bien entonces.- Se relajo e iba a desaparecer cuando se percató de que todos la miraban incrédulos y Sather fruncía el ceño.- Esto... ¡No! Kimi pelearse está mal. Pero en fin, que se le va a hacer. Os curaré.

    Con un resplandor y un movimiento de mano, hizo aparecer su cetro y con un movimiento, curó las heridas de Liam. Una vez acabó, tan rápido como apareció, se fue. Liam y Kimi se miraron sonrientes, entonces tuvieron un escalofrío al sentir el enfado de Sather.

     - Vosotros dos...- Su voz era cortante e iracunda.- A mi despacho. Ahora.

              ********************************************************

     El sermón se les hizo eterno. Les repitió hasta la saciedad que no debían usar su magia con civiles. No le importaron los balbuceos explicativos de Liam y Kimi. Que decían que no fue culpa de ellos, sino de los caballeros por quitarle el cuaderno a la niña. Que, como se percató Kimi, no habían devuelto. Al cabo de varios gritos, Sather parecía más calmada. Se dirigió a Liam.

    - Tú, más que nadie deberías evitar meterte en líos. Ya sabes lo del torneo. No debes dar motivos para que te sancionen antes de tiempo.
     - Ni siquiera tengo compañero aún.

     Sather sonrió con malicia.

     - Ahora que recuerdo, os debería castigar como mínimo.
     - Pero...
     - Ni peros ni peras Liam.

      Esta vez Kimi no pudo resistirse a preguntar:

     - ¿Peras? ¿Por qué tiene esa obsesión con las peras?
     - Es una expresión. Luego te lo explico.- Respondió Liam.
     - ¡Bien!- Dijo Sather golpeando la mesa con las manos, como cerrando el tema.- Dados los motivos y la gravedad del asunto creo que el mejor castigo es que durante las vacaciones de navidad os quedareis aquí. Sí, ambos os quedareis en Ellendor en Navidad.
     - Como si tuviera opción.- Murmuró Liam.
     - Y, dado que sois tan amiguitos, ambos seréis pareja en el torneo. Espero que nos dejéis en buen lugar.

     Kimi y Liam abrieron mucho los ojos y se miraron entre ellos. Abrieron la boca para decir algo pero Sather les interrumpió:

     - Sin opción a réplica. Y ya os podéis ir.

     Los chicos se levantaron y salieron del despacho entre risas, dando gracias por su suerte. Lo ultimo que oyeron desde el pasillo fue la voz de Sather gritando.

     - ¡Cómo mínimo haced como si os molestara!

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